En la historia de la monarquía española, los juramentos reales son eventos de gran importancia que simbolizan el compromiso de los monarcas con la nación y su pueblo. Estos actos protocolarios no solo representan un rito de paso para los miembros de la familia real, sino que también marcan un momento de reflexión sobre la continuidad de la monarquía y su evolución a lo largo del tiempo. En este contexto, es interesante comparar los juramentos de dos generaciones de la familia real española: el del Rey Felipe VI y el de su hija, la Princesa Leonor, heredera al trono.