En el mundo del entretenimiento y el estrellato, Kim Kardashian es un nombre que brilla con intensidad. Con su enorme influencia y fama, ha conseguido consolidarse como un ícono cultural. Sin embargo, detrás de esta imagen glamurosa, se oculta una historia de controversia, manipulación y, aparentemente, ruina personal.
Esta es la historia de cómo Kim Kardashian presuntamente arruinó la vida de un hombre, dejándolo en una situación desesperada.

El Ascenso de Kim Kardashian

Kim Kardashian alcanzó la fama de manera espectacular. Desde sus primeros días como amiga y estilista de Paris Hilton hasta el lanzamiento de su infame video íntimo, Kim supo cómo usar los medios a su favor. Su reality show, “Keeping Up with the Kardashians”, catapultó a ella y a su familia al estrellato, convirtiéndolos en nombres conocidos en todo el mundo.

La Llegada del Víctima: David Lybinson

David Lybinson es el hombre que ahora afirma que Kim Kardashian le arruinó la vida. La historia comienza en 2014, cuando David, un fundador de una startup de software, tuvo una reunión con Kim Kardashian para discutir una idea de software en la que ella estaba interesada. Aunque esta idea era completamente diferente a los “kimojis”, David le presentó la idea de los kimojis a Kim durante la reunión. Esta presentación se realizó con una serie de bocetos que mostraban cómo serían estos emojis inspirados en Kim.

El Conflicto

Según David, Kim Kardashian y Kris Jenner mostraron un gran interés en la idea de los kimojis y se comprometieron verbalmente a promover el concepto juntos. Sin embargo, David afirma que Kim, sin su conocimiento, registró la marca “kimoji” a nombre de su equipo, lo que le permitió a Kim hacerse con los derechos exclusivos de la marca. David también asegura que Kim prometió que promoverían el concepto juntos, pero en lugar de eso, ella se quedó con todo el crédito.

El Proceso Legal

David demandó a Kim Kardashian por 100 millones de dólares, argumentando que ella se había apropiado de su idea y que él había sido engañado. Kim, por su parte, contraatacó con una demanda por más de 300 millones de dólares, sabiendo que David no tenía los recursos para pagar tal cantidad. David eventualmente se vio obligado a retirarse de la batalla legal debido a su incapacidad para afrontar los gastos legales, y además se le ordenó pagar 400,000 dólares en honorarios de abogados y compensaciones, a pesar de que Kim y Kris ya eran supuestamente multimillonarios.

La Caída en la Ruina

El impacto del proceso legal y la pérdida de su idea fue devastador para David. Según su sitio web, David ahora vive en la calle, trabajando en dos empleos y durmiendo en su coche. Él afirma que todo esto ha sido consecuencia directa de la batalla legal con Kim Kardashian y el impacto que tuvo en su vida profesional y personal. David también menciona que Kim y su equipo han hecho todo lo posible para silenciarlo y evitar que cuente su versión de la historia.

Manipulación y Control de Medios

El caso de David Lybinson destaca la influencia y el control que pueden tener las celebridades sobre la narrativa mediática. Kim Kardashian ha sido acusada de usar su poder y conexiones para proteger su imagen y controlar la narrativa a su favor. La supuesta manipulación de la situación y el registro de la marca “kimoji” sin el consentimiento de David son ejemplos de cómo las figuras públicas pueden dominar y distorsionar los hechos en su beneficio.

La Interferencia de Kim Kardashian

Además de la disputa sobre la marca “kimoji”, David alega que Kim también interfirió en otros proyectos de su empresa, como un proceso de patente que ahora es utilizado por Instagram para eliminar comentarios de manera automática. David asegura que Kim conocía el proceso porque estaba en contacto con el CEO de Instagram y que su influencia en esta área también afectó negativamente a sus negocios.

La Perspectiva de Kim Kardashian

Desde la perspectiva de Kim Kardashian, el fin de su colaboración con David se ve como una simple desavenencia comercial. Kim ha hablado públicamente sobre su arrepentimiento y vergüenza por la breve asociación, describiéndola como un período difícil en su vida. Sin embargo, críticos y seguidores sostienen que sus acciones durante y después de la asociación sugieren un esfuerzo calculado para mantener su imagen pública intacta a expensas de David.

La historia de cómo Kim Kardashian presuntamente arruinó la vida de David Lybinson es una narración compleja que toca temas de fama, manipulación mediática y ambición personal. Mientras Kim ha continuado prosperando en el centro de atención, la experiencia de David sirve como un recordatorio aleccionador de las posibles consecuencias de involucrarse con una celebridad de su calibre. Al final, se trata de una historia de dos vidas que tomaron rumbos diferentes bajo el peso de la atención pública y la controversia legal.