La historia financiera de Kylie Jenner ha sido una de las más comentadas en el mundo de los negocios.

Aunque se la considera una empresaria exitosa con una fortuna significativa, las revelaciones recientes han puesto en duda la verdadera escala de su éxito. A continuación, se detalla cómo se pudo haber inflado el estatus percibido de multimillonaria de Kylie Jenner y las controversias que siguieron.

Kylie Jenner lanzó Kylie Cosmetics en 2014, aprovechando su enorme cantidad de seguidores en las redes sociales para impulsar las ventas. Su producto inicial, un kit de labios de 29 dólares, se agotó a los pocos minutos de su lanzamiento, lo que marcó un comienzo espectacular para su marca.

El éxito de la empresa se atribuyó en gran medida al uso inteligente que hizo Jenner del marketing en las redes sociales, que fue rentable y altamente efectivo.

A fines de 2018, Kylie Cosmetics se había expandido al cuidado de la piel y las fragancias personales, y en noviembre de ese año, Coty Inc. compró una participación del 51% en la empresa por 600 millones de dólares.

Esta valoración sugería que Kylie Cosmetics valía aproximadamente 1.200 millones de dólares, lo que catapultó a Kylie Jenner al estrellato como multimillonaria.

Forbes nombró a Kylie Jenner como la multimillonaria más joven que se hizo a sí misma en 2019, un título que atrajo una importante atención del público y de los medios.

La valoración de Forbes se basó en la información proporcionada por la familia Jenner, incluidas las declaraciones de impuestos que sugerían que la empresa tenía cifras de ingresos sustanciales: más de 300 millones de dólares en 2016 y alrededor de 330 millones de dólares en 2017.

Sin embargo, Forbes revisó posteriormente el patrimonio neto de Kylie a 900 millones de dólares, despojándola de su condición de multimillonaria.

La revista informó que los datos financieros de Coty, que adquirió una participación mayoritaria en Kylie Cosmetics, revelaron que el negocio no era tan rentable como se afirmó inicialmente.

Según los documentos presentados por Coty, los ingresos reales fueron significativamente inferiores a los informados, con unos ingresos de 2018 de alrededor de 125 millones de dólares en lugar de los 360 millones de dólares indicados anteriormente.

Los registros financieros detallados de Coty pusieron de relieve discrepancias en los ingresos y márgenes de beneficio declarados.

Por ejemplo, la línea de cuidado de la piel de Kylie, que se afirmaba que había facturado 100 millones de dólares en sus dos primeros meses, iba camino de terminar el año con solo 25 millones de dólares en ingresos.

Este marcado contraste planteó dudas sobre la exactitud de las cifras presentadas a Forbes.

Las discrepancias se complicaron aún más con la revelación de que Chris Jenner, la madre de Kylie, tenía un interés financiero en la empresa a través de un fideicomiso.

Este fideicomiso, que se suponía que era para las ganancias de Kylie antes de que cumpliera 18 años, parecía haberse establecido mucho después de que Kylie cumpliera 18 años, lo que llevó a sospechas de que en realidad podría pertenecer a Chris Jenner.

De ser cierto, esto significaría que Kylie poseía una parte más pequeña de Kylie Cosmetics de lo que se informó anteriormente, lo que afectaría al cálculo de su patrimonio neto.

Las consecuencias de la revelación de Forbes fueron rápidas.

Forbes publicó un artículo titulado “La red de mentiras de Kylie”, en el que acusa a Kylie Jenner y a su familia de engañar al público y a las instituciones financieras.

La propia Kylie Jenner respondió en las redes sociales, desestimando las acusaciones y afirmando que nunca había buscado el título de multimillonaria mediante el engaño.

El rápido cambio de opinión de Forbes y el mordaz artículo expusieron los desafíos de verificar las afirmaciones financieras y la influencia de personalidades de alto perfil en los medios y la percepción pública.

La revista enfrentó críticas tanto por su informe inicial como por su posterior retractación.

La controversia en torno a Kylie Jenner destaca las complejidades de las empresas de celebridades y el potencial de valoraciones infladas.

También plantea preguntas sobre la fiabilidad de las divulgaciones financieras y las responsabilidades de los medios de comunicación a la hora de verificar las afirmaciones.

Al final, la historia de Kylie Jenner sirve como recordatorio de la delgada línea entre la percepción pública y la realidad financiera.

Si bien su riqueza sigue siendo sustancial, la saga subraya la importancia de la transparencia y la precisión a la hora de informar sobre el éxito financiero.

La experiencia de Kylie Jenner ilustra el impacto de la influencia de los medios y la importancia de analizar las afirmaciones financieras.

A pesar de los desafíos que enfrentó, los logros empresariales de Jenner y su uso estratégico de las redes sociales siguen siendo notables, incluso si el título de multimillonaria ya no forma parte de su historia.