Un año después de su ruptura, el actor asegura que él quería haber formado una familia con ella pero que ese no fue el motivo de su separación, sino que se fueron distanciando

Joe Manganiello y Sofía Vergara en la fiesta de Vanity Fair celebrada tras los Oscar, el 12 de marzo de 2023, en una de sus últimas apariciones como matrimonio.Cindy Ord (Getty Images)

Hace exactamente un año se conocía públicamente el divorcio entre la pareja de actores formada por Sofía Vergara y Joe Manganiello. Después de siete años de matrimonio, ambos hacían públicas sus desavenencias en un escueto comunicado donde pedían “educadamente“ que se respetara su privacidad en “una nueva fase” de sus vidas.

En estos meses, ellos mismos han respetado esa máxima y apenas han hablado el uno del otro. En una entrevista con este diario en enero, Vergara arrojó algo de luz sobre la cuestión: “Mi matrimonio se rompió porque mi marido era más joven, quería tener hijos y yo no quería ser una mamá vieja”.

En la charla con Luz Sánchez-Mellado del pasado enero, la colombiana, de 52 años, afirmaba que no estaba de acuerdo con ese planteamiento: “Siento que no es justo para el bebé. Respeto a quien lo hace, pero eso ya no es para mí. Ya tuve un hijo a los 19 años, que ahora tiene 32 años, y estoy lista para ser abuela, no madre.

Así que, si se presenta el amor, tiene que venir ya con hijos”. Sin embargo, Manganiello (de 47) había sido más comedido. Hasta ahora, cuando por fin ha hablado en una entrevista con la publicación Men’s Journal. En ella, el actor ha dado su versión de los hechos y ha asegurado que lo dicho por Vergara “simplemente, no es verdad”.

La pareja se casó en noviembre de 2015 y, según Manganiello, ambos “intentaron tener una familia durante el primer año y medio”. “Y tuvimos una gran conversación nada más empezar, durante el primer mes de noviazgo”, recuerda el actor durante la charla con la revista.

“Le dije: ‘Si ya no quieres tener hijos, lo entiendo. Dímelo y sabré de qué va esto, y no pasa nada’. Pero ese no era el caso con ella. Y le juré que nunca la dejaría si no funcionaba. Y no lo hice”. Según explica, tener hijos era algo que quería, pero no que tuviera que marcar el funcionamiento de la relación, pero “no era inevitable que todo acabara”. “Fue porque dos personas se fueron separando, y eso ocurre a veces”.

Sin embargo, Manganiello no ha quedado contento con la imagen que se ha dado de él en los medios, con cómo ha quedado retratado. “Que me pinten como si tuviera una especie de crisis de la mediana edad, y, después de nueve años, me hubiera dirigido a alguien y le hubiera dado un ultimátum de: ‘Haz esta cosa potencialmente insana con tu cuerpo, o si no, me voy’? Yo nunca he sido así”, reclama. Vergara no ha replicado a lo dicho por su exmarido.

La pareja se conoció aproximadamente en 2013 (cuando ella tenía 42 y él 37) y se comprometió en 2014, para casarse en una gran boda en Miami a finales del año 2015. La histriónica Gloria de Modern Family, y el hombre-lobo en True Blood contrajeron matrimonio —el segundo para ella, el primero para él— en una gran fiesta en una mansión de Palm Beach a la que ella llegó al altar del brazo de su hijo Manolo, vestida de Zuhair Murad (sin velo, contó que tras una primera boda ya había “superado ese look de virgen”) y en la que actuaron Marc Anthony y Carlos Vives.

Durante su unión, la pareja vivió de manera discreta en una inmensa casa en Los Ángeles, en la zona de Beverly Park, por la que pagaron 26 millones de dólares. Durante esos años mantuvieron un perfil discreto y era habitual verles en galas y fiestas juntos.

Tras su ruptura, apenas cinco meses después del divorcio, él hizo oficial su relación con la también actriz Caitlin O’Connor. Por su parte, Vergara sale con un médico, el doctor Justin Saliman, un cirujano ortopédico especialista en menisco licenciado por la Universidad de Colorado con un máster en Stanford y con una clínica en Beverly Hills, y que la ayudó a recuperarse tras una cirugía de rodilla.