En su reciente documental, Jennifer Lopez intentó mostrar una versión idealizada de su juventud en el Bronx, diciendo que solía correr por las calles con su cabello al viento. Sin embargo, aquellos que crecieron con ella, incluidos antiguos compañeros de escuela, han salido a desmentir esta narrativa, alegando que la verdadera JLo no era tan salvaje y libre como pretende ser.