Las vacaciones de verano para la familia real española, que generalmente están marcadas por momentos de descanso y desconexión, este año han tomado un giro alarmante debido a una serie de preocupantes acontecimientos relacionados con la seguridad de sus miembros más jóvenes. A raíz de un intento de secuestro en los Países Bajos, las alarmas han sonado en Zarzuela, lo que ha llevado a la implementación de un protocolo urgente de seguridad para la Reina Letizia, el Rey Felipe VI y sus hijas, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía.