En un giro inesperado, el tradicional bronceado al desnudo en las playas europeas está desapareciendo. Las mujeres del continente, antaño conocidas por su audaz y libre estilo de tomar el sol sin ropa en la parte superior, ahora se están inclinando hacia un enfoque más reservado.

La creciente preocupación por el envejecimiento prematuro de la piel y el temor a ser fotografiadas a escondidas y expuestas en las redes sociales están transformando este icónico hábito playero.

Durante décadas, el topless en las playas europeas ha sido un símbolo de libertad y emancipación. Sin embargo, el verano de 2024 marca una notable disminución en esta práctica. En lugar de los cuerpos desnudos que solían adornar las costas del Mediterráneo, las mujeres ahora eligen trajes de baño más cubiertos. Las plataformas en línea como Reddit y Mumsnet están llenas de preguntas sobre la normativa del topless en distintos países europeos: “¿Es normal no usar sujetador en Italia?” o “¿Puedo ir sin la parte superior en Portugal?” son algunos ejemplos.

Un usuario de Reddit observó que en las playas de Albufeira, Portugal, “el 99% de las mujeres usaban trajes de baño completos”, evidenciando la tendencia hacia la moda más recatada. Esta transformación no se limita a las playas portuguesas; también se está expandiendo a países tradicionalmente más liberales con respecto a la exposición del cuerpo, como Francia.

Según una encuesta de IFOP (Instituto de Opinión Pública de Francia) realizada en 2021, solo el 19% de las mujeres francesas se expusieron al sol desnudas en 2019, una disminución drástica en comparación con el 43% en 1984. Este cambio de actitud es impulsado principalmente por dos factores: el miedo a dañar la piel y la creciente preocupación por la privacidad.

La piel del escote es extremadamente delicada y susceptible al daño solar, lo que lleva a muchas mujeres a protegerla con cremas solares de alta calidad. Las redes sociales también juegan un papel crucial en esta evolución. El temor a ser fotografiada sin su consentimiento y a que estas imágenes se compartan en internet contribuye a la tendencia de usar trajes de baño más cubiertos.

Lisa Oxenham, una mujer en sus 40s, experimentó una situación incómoda en una playa italiana cuando una joven le pidió que se cubriera debido a la incomodidad de su padre. Oxenham atribuye en parte la experiencia a las normas conservadoras de Italia, aunque admite que es la primera vez que enfrenta tal situación en el país.

El cambio en la actitud hacia el topless también se refleja en las generaciones más jóvenes. La encuesta de IFOP muestra que solo el 16% de las mujeres menores de 50 años se exponen al sol sin la parte superior de su traje de baño, una cifra significativamente menor comparada con generaciones anteriores.

No obstante, no todos están siguiendo esta nueva tendencia. La supermodelo de 51 años, Heidi Klum, sigue mostrando su figura con orgullo en las playas de St. Barts, mientras que en España, Jazmine Sleman, una turista de 26 años, nota que las mujeres locales aún se sienten cómodas tomando el sol desnudas en la parte superior, mientras que los turistas tienden a ser más reservados.

El descenso en la práctica del topless refleja un cambio en los valores culturales y en la percepción del cuerpo en Europa. El envejecimiento y el miedo a la exposición no deseada están llevando a una moda más conservadora, a pesar de que la cultura europea ha sido históricamente más abierta en cuanto a la desnudez pública.

Las redes sociales y los medios digitales han añadido una capa de complejidad a la forma en que las mujeres europeas manejan su imagen pública. La presión de mantener una imagen impecable en línea ha llevado a muchas a reconsiderar sus elecciones de vestimenta en la playa.

El topless, una vez un símbolo de liberación en las playas de Europa, está cediendo terreno a una moda más conservadora. La preocupación por el envejecimiento prematuro de la piel y el temor a la exposición no deseada están moldeando una nueva realidad en la que las mujeres europeas optan por cubrirse más en sus días de playa. Mientras algunos continúan desafiando estas nuevas normas, la mayoría parece inclinarse hacia una mayor discreción, reflejando los cambios en las actitudes y en las preocupaciones de la era digital.