Angelina Jolie y Brad Pitt fueron una vez la pareja dorada de Hollywood, pero ahora están envueltos en una interminable batalla legal centrada en la disputa por el viñedo Miraval en Francia. Los últimos desarrollos de esta batalla han revelado detalles impactantes sobre el pasado de las dos estrellas, en particular las acusaciones de Jolie sobre la violencia de Pitt.

El 4 de abril, Angelina Jolie presentó un documento legal en la Corte Superior de Los Ángeles, donde reveló que las negociaciones para vender su participación en el viñedo Miraval a Brad Pitt fracasaron. Según Jolie, Pitt intentó vincular la compra de su participación a un acuerdo de confidencialidad (NDA), que le prohibía hablar sobre cualquier abuso que Pitt haya cometido contra ella y sus hijos. Jolie afirma que Pitt trató de proteger su reputación personal vinculándola con las operaciones comerciales de Miraval, más allá del ámbito legal.

Esto ha complicado aún más la disputa por Miraval. Pitt demandó a Jolie en 2022, alegando que la pareja tenía un acuerdo para no vender el viñedo sin el consentimiento mutuo de ambas partes. Pitt sostiene que la venta de la participación de Jolie fue una respuesta a un fallo adverso en la custodia de los hijos.

En el documento legal más reciente, Jolie presentó otras acusaciones impactantes. Ella declaró que la conducta violenta de Pitt comenzó mucho antes del famoso vuelo de Francia a Los Ángeles en septiembre de 2016, el cual se convirtió en el centro de controversias e investigaciones sobre el comportamiento de Pitt.

Sin embargo, Jolie no proporcionó más detalles sobre los incidentes anteriores de violencia, pero esto una vez más ha despertado dudas y preocupaciones sobre el comportamiento de Pitt durante su matrimonio con Jolie. Anteriormente, Pitt había sido acusado de comportarse violentamente hacia su hijo Maddox en ese vuelo, pero tras la investigación, no se presentaron cargos en su contra.

Miraval no es solo un viñedo, sino un símbolo del amor entre Jolie y Pitt. Lo adquirieron en 2012 por unos 60 millones de dólares, y desde entonces, Miraval se convirtió en uno de los viñedos más famosos del mundo. Ambos compartían una pasión por el vino, y Miraval se convirtió en un proyecto común, con botellas de vino bajo la marca Miraval aclamadas por la crítica.

Sin embargo, tras su separación en 2016, el viñedo se convirtió en un punto de discordia entre ambos. Durante años, tanto Jolie como Pitt han luchado por mantener el control de Miraval. La disputa se intensificó cuando Jolie decidió vender su participación a Tenute del Mondo, una subsidiaria de Stoli Group, en octubre de 2021.

En respuesta a las acciones de Jolie, Brad Pitt rápidamente la demandó, alegando que Jolie había violado el acuerdo entre ellos de no vender su participación en el viñedo sin el consentimiento mutuo. Pitt argumenta que la venta de Jolie fue un acto de represalia después de que se le concediera a él parte de la custodia de los hijos.

Pitt también sostiene que la venta de la participación a Stoli Group introdujo a un “extranjero” en un proyecto en el que ambos habían puesto mucho empeño. Esto, según Pitt, no solo afecta las operaciones comerciales del viñedo, sino que también perjudica el valor del activo común.

Sin embargo, Jolie afirma que la venta de su participación fue completamente legal y que el intento de Pitt de imponer el NDA no era más que una táctica para controlar y mantener en secreto su comportamiento pasado. La batalla legal entre las dos estrellas no muestra señales de disminuir, ya que ambos están decididos a defender sus derechos hasta el final.

La batalla legal entre Angelina Jolie y Brad Pitt no solo afecta a su patrimonio común, sino que también tiene un gran impacto en la reputación de ambos. Pitt, una vez una de las mayores estrellas de Hollywood, conocido por su imagen de hombre encantador y exitoso, ha visto empañada su imagen por las acusaciones de violencia, lo que ha decepcionado a muchos de sus seguidores.

Por otro lado, Angelina Jolie, conocida por su labor humanitaria y su rol como Embajadora de las Naciones Unidas, también ha sido afectada por esta disputa. Aunque siempre ha sostenido que sus acciones son para proteger los intereses de sus hijos, muchos creen que está utilizando las acusaciones para dañar a Pitt.

Sin embargo, para muchos, Jolie sigue siendo vista como una madre devota, dispuesta a hacer lo que sea necesario para proteger a sus hijos de cualquier mal. En una entrevista, Jolie dijo que su decisión de divorciarse fue por “la seguridad y la felicidad de la familia” y que “le entristece mucho ver que la familia tuvo que romperse”.

Con los últimos desarrollos, parece que la batalla legal entre Angelina Jolie y Brad Pitt se prolongará aún más. Las acusaciones de Jolie sobre la violencia de Pitt, junto con la disputa por el viñedo Miraval, han creado una situación complicada que el tribunal deberá resolver.

Muchos expertos legales consideran que ambas partes tienen sus propios argumentos para defender su posición. Sin embargo, al final, el tribunal deberá tomar una decisión basada en las pruebas y los hechos. Esto significa que tanto Jolie como Pitt deben prepararse para una batalla legal prolongada y difícil.

Independientemente del resultado final, esta disputa ya ha dejado cicatrices importantes en ambas estrellas y, especialmente, en sus hijos. El daño psicológico y emocional que los hijos de Jolie y Pitt han sufrido durante todo este proceso es incalculable.

Mientras tanto, el público sigue de cerca cada movimiento de esta pareja, y su batalla legal continuará siendo un tema candente en el futuro cercano.

La batalla legal entre Angelina Jolie y Brad Pitt es una triste historia de un amor que alguna vez fue admirado y que se ha transformado en un enfrentamiento lleno de tensiones y dolor. Las acusaciones de violencia, la lucha por los bienes comunes y los conflictos interminables han oscurecido los recuerdos felices que alguna vez compartieron.

Los últimos desarrollos en esta batalla no solo son un testimonio de la complejidad de las relaciones personales, sino también un recordatorio de las graves consecuencias que pueden surgir de las disputas legales prolongadas, especialmente cuando hay niños involucrados. Sea cual sea el resultado final, esta batalla ya ha dejado cicatrices profundas en las partes involucradas, cicatrices que tal vez nunca sanen por completo.