Recientemente, la cantante rusa-latinoamericana Mila Boina acusó a Karol G de plagiar su canción “Pégate,” lanzada en 2022, señalando una notable similitud en la melodía con el tema “Contigo” de Karol G, una colaboración con el DJ neerlandés Tiësto. Mila Boina afirmó que ambas canciones comparten una melodía repetitiva, lo que ha generado polémica en las redes sociales.

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Mila Boina, en un video que circula en plataformas digitales, mencionó que aunque es fanática de Karol G, considera que “trabajo es trabajo,” y por eso decidió hacer pública la situación. En el video, también dejó abierta la posibilidad de que no haya sido Karol G directamente quien copió la canción, sino que podrían haber sido sus productores musicales quienes, al tener acceso a su trabajo, habrían utilizado la melodía de “Pégate” sin su autorización.

La reacción en redes ha sido mixta, con algunos usuarios apoyando las afirmaciones de Mila Boina y señalando la similitud en las melodías, mientras que otros defienden a Karol G, argumentando que las acusaciones podrían ser infundadas o que el uso de melodías similares en la música pop es común debido a las herramientas y sonidos de libre acceso disponibles para los productores.

Karol G respondió a las acusaciones negando cualquier acto de plagio y afirmando que su trabajo es original. La controversia ha desatado un debate más amplio sobre los límites entre la inspiración y el plagio en la industria musical, un tema que ha sido recurrente con la popularidad de la música urbana y el uso de samples y melodías comunes.

La pregunta que queda en el aire es si realmente hubo plagio o si se trata de una coincidencia en el uso de melodías dentro del género. El caso ha captado la atención de los seguidores de ambas artistas y podría tener implicaciones tanto legales como en la percepción pública de Karol G y su equipo de producción.