En su versión más roquera, lleno de fuerza y abrazado por un público que se dejó contagiar de su energía, Juanes ha sido uno de los platos fuertes del segundo día de conciertos del Grancalive Fest, que ha reunido en el estadio de Gran Canaria a más de 26.000 personas.

Juan Esteban Arístizabal, conocido mundialmente como Juanes, llegó a un estadio con lleno absoluto, que ya vibraba después de una tarde de música y dispuesto a comerse el escenario con mucho rock latino.

Vestido de negro y con su icónica guitarra blanca, el ganador de nada menos que 26 premios Grammy Latinos, cuatro Grammy, once Premios MTV, dos NRJ Music Awards, nueve Premios Lo Nuestro, y doce Premios Nuestra Tierra, no esperó para sacar uno de sus éxitos más aclamados, ‘Nada valgo sin tu amor’, con el que ya se ganó a las miles de personas que desde ese momento y hasta su despedida cantarían con él. (MM)

Con despliegue de clásicos y encargándose él mismo en varios momentos de los solos de guitarra, Juanes se fundió con los músicos y con su público, bailando entre baladas, inesperadas versiones y un rock-pop que es seña de identidad del de Medellín.

Con ‘Volverte a ver’ y en diálogo constante con el público, al que dejaba cantar en un concierto a varias voces con su gente, el colombiano volvió a enamorar en Gran Canaria, tomando la pista de despegue a un concierto que, aunque breve, encapsuló sus casi 30 años de carrera y grandes éxitos.

Tema a tema, no faltó ‘Fuego’, ‘Es por ti’ y, por supuesto, ‘La camisa negra’, con la que puso a bailar a su ejército de seguidores en las islas y a la comunidad latina, que le acompaña allá donde esté.

Con el ritmo de ‘A Dios le pido’, el público viajó a uno de los momentos cumbres de la carrera del colombiano, que sigue conectando como hace 20 años. No fue el único pelotazo del artista, que hilvanó el delirio de sus seguidores con percusión, batería, guitarra, bajo y teclado, una voz por la que no pasan los años y una audiencia entregada a las letras de ‘Nada valgo sin tu amor’, ‘Me enamora’ o ‘Fotografía’, entre otros éxitos.

Dulce, maduro, reflexivo y entre roquero y romántico, se confesó agradecido y feliz de volver a cantar en la isla, reivindicando el valor de la música en directo y del “frente a frente”, mezclando canciones top en las listas internacionales con el aire fresco de su nuevo álbum, ‘Vida cotidiana’, con el que abre las puertas a su versión más íntima, y que ya es Grammy a ‘Mejor Álbum de Rock Latino o Alternativo’.

Para despedirse, éxtasis en Gran Canaria, que no pudo resistirse a corear con él ‘La bamba’, una despedida divertida con pasos de baile compartidos con los que el artista dejó a la isla con ganas de más.

Con Juanes, el Grancalive Fest llegó a su ecuador, envuelto en un banquete de estrellas que alargarán la noche hasta la madrugada en Gran Canaria.

Florencia Sáenz Zumarán, Flor SZ sobre el escenario, fue la encargada de abrir el viernes en el estadio de Gran Canaria con el ‘beat’ de su género urbano, para dar paso a la cantante y compositora Nía, que se dejó querer por su isla, que le demostró todo su cariño.

Álvaro de Luna derritió corazones en Gran Canaria con ‘Todo contigo’, ‘Juramento eterno de sal’, o la reciente ‘Hoy festejo’, logrando un único coro de miles de gargantas con su micrófono rojo.

El Grancalive Fest, que camina rumbo a marcar un nuevo récord de asistencia en el estadio de Gran Canaria, quedó en manos de Melendi, para encarar una medianoche multitudinaria con Mora, y los irrepetibles estadounidenses Black Eyed Peas, que cerrarán un viernes de música internacional y éxito asegurado. (MM)