Jennifer Lopez ha sido acusada de ser una de las celebridades más groseras y con mayor sentido de superioridad en la industria del entretenimiento. A lo largo de los años, numerosos ex empleados, celebridades, camareros, asistentes de vuelo, niñeras y más han compartido historias sobre el mal comportamiento de JLo. Estas historias incluyen desde no permitir que sus conductores la miren, hasta despedir a empleados por razones triviales.