El mundo de la música pop ha sido escenario de innumerables controversias a lo largo de los años, pero pocas han generado tanta polémica y división como la reciente dirección artística de Sam Smith. Con el lanzamiento de su video musical para la canción “I’m Not Here to Make Friends,” Sam Smith ha provocado una reacción en cadena, desencadenando un debate que toca temas tan profundos como la moralidad, la influencia cultural y la noción de lo que es “diabólico.” Este artículo se sumerge en las críticas y reacciones generadas por el video, así como en la simbología y las implicaciones culturales de la obra.