El reciente plantón de Letizia Ortiz, reina de España, en el funeral de Juan Gómez-Acebo, primo del rey Felipe VI, ha generado un gran revuelo mediático y despertado múltiples especulaciones sobre el estado de su relación no solo con su esposo, sino también con toda la familia política. Este suceso, que se desarrolló el 15 de agosto, ha sido ampliamente cubierto por la prensa española y ha acaparado titulares debido a la notoria ausencia de la reina en un evento familiar tan importante.

El funeral de Juan Gómez-Acebo se realizó en la catedral castrense de Madrid, y era esperado que acudiera la mayor parte de la familia real española, incluyendo al rey Felipe y a la reina Letizia. La misa en honor a Juan, quien falleció el pasado 2 de agosto, fue organizada para reunir a sus familiares y amigos cercanos para darle el último adiós. Además de Felipe, se esperaba la presencia de la infanta Cristina, la infanta Elena y otros miembros de la familia, pero fue la ausencia de Letizia lo que más resaltó, especialmente después de su asistencia inesperada a otro funeral familiar hace unos meses, donde sorprendió a todos con su aparición.

La decisión de Letizia de no asistir al funeral ha generado una ola de especulaciones. La prensa se ha centrado en la imagen de Felipe entrando solo a la iglesia, sin la compañía de su esposa, y con un rostro visiblemente serio. Su llegada en solitario ha sido interpretada como un reflejo de posibles tensiones en su matrimonio y dentro del entorno familiar, sobre todo porque Letizia había sido vista junto a Felipe en otros eventos recientes, como los Juegos Olímpicos, donde mostraron una actitud más cercana.

Este nuevo “plantón” ha llamado la atención no solo por la ausencia de Letizia, sino también por la falta de otros miembros destacados de la familia real, como el rey emérito Juan Carlos I y la infanta Elena. Sin embargo, la infanta Cristina y sus hijos sí estuvieron presentes, lo que añadió una capa de intriga, ya que Felipe y Cristina han sido vistos en eventos recientes en una aparente reconciliación, después de años de distanciamiento.

Diversos medios han señalado este incidente como un posible reflejo de las tensiones que la reina Letizia podría tener con la familia de su esposo. El portal Vanitatis destacó el “desplante” de Letizia y lo vinculó a su “complicada relación” con la familia Gómez-Acebo, aunque también se especula que su ausencia podría estar relacionada con la creciente exposición mediática que ha tenido en otros eventos recientes. Además, algunos analistas creen que su falta de asistencia podría ser una señal de rebeldía o incluso un gesto de desacuerdo con las decisiones recientes de Felipe, quien ha mostrado una mayor cercanía con su familia, particularmente con Cristina.

Los medios también han especulado sobre la posible estrategia detrás de la decisión de Letizia. Se sugiere que podría haber preferido no asistir al funeral para evitar desviar la atención mediática del evento en sí, aunque este gesto ha generado aún más interés en su ausencia, lo que podría haber tenido el efecto contrario. La cobertura mediática ha sido masiva, y la reina ha vuelto a ser el centro de atención, aunque no estuviera presente.

El rey Felipe VI, por su parte, ha manejado la situación con discreción. Aunque fue captado en diversas fotos y vídeos durante el funeral, mostrando una actitud respetuosa y seria, su llegada sin Letizia no pasó desapercibida. En varias ocasiones, el rey ha demostrado ser un hombre de familia, y su relación con sus hermanas, en particular con la infanta Cristina, ha sido objeto de escrutinio en los últimos meses, sobre todo después de la tensión provocada por el caso Nóos, que involucró a Cristina y a su esposo Iñaki Urdangarin.

El hecho de que Felipe asistiera solo a un evento tan importante para su familia ha sido interpretado de diferentes maneras. Algunos medios sugieren que esto podría ser un indicio de que la relación entre él y Letizia ha experimentado nuevas dificultades, mientras que otros señalan que el rey simplemente está cumpliendo con su deber como jefe de la familia real, independientemente de las decisiones de su esposa.

Por otro lado, la presencia de la infanta Cristina y sus hijos ha sido vista por algunos como un intento de la Casa Real de rehabilitar su imagen pública, especialmente después del distanciamiento que sufrió tras el escándalo de corrupción que involucró a su esposo. Cristina, quien en su momento fue relegada a un segundo plano dentro de la familia real, parece estar volviendo a tomar un papel más activo en eventos familiares, lo que podría estar molestando a Letizia, quien en el pasado ha mostrado reticencias a interactuar con ciertos miembros de la familia de su esposo.

Este funeral también ha servido para destacar la creciente visibilidad de los hijos de Cristina, particularmente de Pablo y Miguel Urdangarin, quienes han estado acompañando a su madre en varios eventos recientes. Algunos medios han apuntado que el retorno de Cristina a la esfera pública podría estar enmarcado en un intento de Felipe de restaurar la unidad familiar, algo que Letizia podría no estar dispuesta a apoyar por completo.

La ausencia de Letizia en el funeral de Juan Gómez-Acebo ha reavivado las conversaciones sobre su relación con la familia real española y, más específicamente, sobre el estado de su matrimonio con Felipe VI. Aunque no se han emitido declaraciones oficiales al respecto, es evidente que este incidente ha vuelto a poner de manifiesto las tensiones que existen dentro de la familia real. La figura de Letizia sigue siendo objeto de gran atención mediática, y cada uno de sus movimientos (o ausencias) es minuciosamente analizado por la prensa y el público.

Queda por ver cómo evolucionará esta situación en los próximos meses y si Letizia logrará reconciliarse con el resto de la familia o si este “plantón histórico” será solo uno de muchos eventos que seguirán marcando la narrativa en torno a su rol como reina de España.